Hay que descartar lo más grave. Pensamiento, vuelve al mantra. Om namah shivaya, om namah shivaya, om namah shivaya. Hay que descartar lo más grave. Pensamiento, concéntrate en el mantra. Om namah shivaya, om namah shivaya. Puta, ¿por qué tuvo que poner esa cara? ¿Abrir así los ojos? Innecesario, om namah shivaya, se supone que estos pelotas no se asustan con estas güeás. Pensamiento, om namah shivaya, om namah shivaya. Ahí va, om namah shivaya. ¿Tiré la cadena del baño? Filo, no pasa nada, pasó en el baño del carrete de la Aurora, ahí sonó esa canción, es de una película, ¿cómo se llamaba? Que no salga. Pensamiento, om namah shivaya. Después, no es necesario ahora, pensamiento, om namah shivaya, om namah shivaya. Al suegro del Esteban, ¿le dio al cerebro? Puta que estaba preocupado el hue’on. Om namah shivaya. ¿Y cómo lo mismo a la hermana de su viejo? ¿Al estómago? La lechuga, güeón, se me fue en la lista. Me acuerdo. No, pensamiento, pensamiento, om namah shivaya, tiene quistes, todavía puede zafar. Pensamiento, vuelve al mantra. Om namah shivaya, hay que descartar lo más grave, om namah shivaya, hay que descartar lo más grave. La Paula fue la última en llegar, ¿cómo le pasa a ella también? ¿Dónde fue que lo vi? Fue en ese cumpleaños, puta, no me acuerdo del nombre. Era… no es el momento, om namah shivaya, om namah shivaya… no lo recuerdo… om namah shivaya, otro día, después lo pienso, om namah shivaya, om namah shivaya… no es importante, qué estupidez… om namah shivaya… por ahí va… tengo que hacerlo, sino nunca más lo voy a hacer, hoy, pensamiento, me voy a acostumbrar y nunca más lo haré… pensamiento… om namah shivaya… puta que soy güeón, varias veces han pasado semanas y siempre vuelvo… om namah shivaya… no, pensamiento. Al cerebro, a su viejo, y se fue a los pulmones también. Nada que hacer, solo cuatro meses. Om namah shivaya y como ella sabe sobre la enfermedad, cacha todo lo que se le viene al viejo. ¡Ironía de mierda, güeón! Om namah shivaya, puta el carrete malo. Hay que descartar lo más grave. ¿Y si soy terminal? Lamentablemente, no hay nada que hacer. Hay que definir qué hacemos de aquí en adelante, paliativos o no, y calcular cuánto te queda. Ya güeón, hay que esperar, el medio rollo. En el mantra. Om namah shivaya, om namah shivaya, mejor no les digo nada ahora, con lo nerviosos que son me van a poner más nervioso a mí. En el mantra. No, esa imagen no, déjala pasar. ¿Y si le pasa algo? Yo lo defiendo, les saco la chucha, puta que sería bueno tener el poder para sacarles la chucha, enfocado, consciente, silencioso y frío como un ninja, nadie puede perturbarme. ¡De nuevo! ¡A la mierda, qué estupidez! En el mantra, endereza la espalda, como un hilo tirando de la corona. Om namah shivaya, om namah shivaya, no funciona, sin objetivos, sin objetivos, om namah shivaya. Y la tía Aurelia que murió a principio de mes, ¿cómo tanto? Igual aguantó varios años, con el ñeque que siempre tuvo, una crack. Mi vieja no aguanta otra más. Om namah shivaya, om namah shivaya, ¿y ese recuerdo? ¿Cómo me vine a acordar de eso? Fue hace como 30 años, om namah shivaya, niños, él se va a morir y llantos desconsolados, sufrimiento y tan chicos. Puta, ¡qué estupidez! ¿Se acordarán de mí cuando sean grandes? Pensamiento, en el mantra, om namah shivaya. Hay que descartar lo más grave. ¿Y si soy terminal? ¡Ya güeón! Om namah shivaya. Hay que descartar lo más grave. Chucha, la alarma del celular. Ni caché los 20 minutos. Mejor sí les digo. Ojalá me conteste altiro, siempre deja el teléfono botado en cualquier parte. ¿Aló?
En el mantra
