Mis zapatillas, mi mujer y mi almohada
I No puedo creer lo blandas que son estas zapatillas. Las tengo hace tres años y siempre las sufrí como suecos, como un inmerecido escarmiento para mis pies sin culpas. Ahora creo que camino sobre esponja y mis calcetines también ayudan: de un algodón emparentado con la lija pasaron a la seda del gusano chino […]