Eón 1 y Eón 2

En el desierto no había nada que lo presenciara, ni siquiera un insecto, alimaña o roedor, algún organismo que reptara por el suelo o ave en el cielo, menos un ser humano, quizás las piedras o los granos de arena podrían considerarse como testigos, pero solo de una manera simbólica. Y no porque nadie lo […]